Aquella tarde, había quedado con mi buen amigo Richar para localizar algún nuevo pajarillo. Ensimismado con mis prismáticos en la busqueda de nuevos especímenes, dí la espalda a un trigal donde un paisano hacía un reconocimiento de la calidad de su plantación. Al regresar al coche, me llamó la atención el fuerte contraste de luces que había y la impresionante
lluvia de polen que invadía de belleza el momento. El agricultor se marchaba del lugar rápidamente y no pude perder mucho tiempo en componer y medir a conciencia. La foto estaba ahí mismo y yo con los prismáticos buscando pajaritos....
