Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

En el mes de junio pude escaparme cuatro días en compañía de la familia para visitar nuevamente el Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido situado en el el pirineo aragones (huesca).
Por éstas fechas el parque se encuentra rebosante de belleza porque el deshielo de la nieve acumulada en las altas cimas, magnifica el caudal de arroyos y ríos y la vegetación muestra todo el esplendor que la primavera le otorga.
Al ser temporada baja, la afluencia de visitantes fue moderada y ello contribuyó a que disfrutáramos de éste espacio relajadamente y sentir con mayor naturalidad  la grandiosidad de éste bello parque.
Como no podía ser de otra manera, cuando me dispuse a enseñar a mi mujer y mi hijo las gradas de Soaso (saltos de agua ya míticos), nos vimos atrapados por una súbita tormenta que nos imposibilitó el ascenso y es que en el pirineo las condiciones meteorológicas son muy cambiantes y de rápida evolución. Jamás debe faltar un chubasquero en la mochila aunque sea malo y barato porque tormentas y aguaceros repentinos son de lo más común y la temperatura baja rápidamente.
Ahora me queda pendiente una visita en otoño cuando sin duda éste bello paraje se nos muestra aún más fotogénico y cualquier rincón ofrece alguna suculenta composición.