Una sesión muy deseada...

Llevo cosa de un año y medio intentando atraer a una pareja de azores que me traen por la calle de la amargura. Tras meses de observación, me vuelvo loco cuando compruebo que su área de campeo es relativamente reducida para lo que yo esperaba y que por la orografìa del terreno y la disponibilidad de alimento, el ave no siempre está por la misma zona.
Si algo me queda claro después de todo éste tiempo es que el azor caza mucho por oído y es por ello que en más de una ocasión me ha pillado colocando las cosas o metiéndome en el hide.
Recuerdo un día de febrero en el que siendo prácticamente de noche, los mirlos alertaron de mi presencia con su peculiar voz de alarma y como un auténtico fantasma, uno de los azores se posó a unos 6 metros justo encima del quejigo bajo el cual tenía instalado mi tumbi. Allí me pilló echando una meadíta antes de meterme en el tumbi y yo mirándolo inmóvil esperando que no me viera y se decantara por un lance al cebo que me permitiera tirarme al suelo y acceder reptando al chiringuito, pero claro está que el azor me vio y se espantó de verme tan cerca.
Unos cuantos lances, unos cuantos hides, cambios de ubicación, cebados previos en distintos puntos de su territorio y nada, jamás conseguía hacerlo bajar. Y para colmo en enero sin esperarlo, me entra un azor a un trozo de carne que tenía enganchado en un posadero para el águila real con la mala fortuna de que al primer tirón, el pájaro se lleva la carnaza porque la madera se había ablandado con la lluvia caída y la alta humedad ambiente y el enganché cedió al estar la madera muy blanda. ¡Estoy gafado con estos pájaros....!, es una frase típica que he dicho en varias ocasiones hablando con los amiguetes de mis desvelos con ésta peculiar pareja de azores.
Mira tú por donde, el otro día sin ir a por ello ni esperarlo para nada, me pongo en un sitio nuevo en un puntal pedregoso y me entra ésta hembra adulta que me dejó de piedra por su gran belleza y por la tranquilidad con la que posó. Posiblemente sea un pájaro de paso, pero cierto es que está dentro del territorio de mi parejita y no pocas veces los he podido ver ciclear por encima de la zona.
Aquí os muestro unas fotillos del lance, tomadas en unas condiciones de luz muy pobres, con mucho viento y lloviendo prácticamente todo el día. ¡¡Me encantan estas condiciones,jeje!!!