La primavera es una estación maravillosa en la que nuestros campos revientan de vida y todo se llena de colores y sonidos. Los animales se muestran super activos y en el caso de las aves, su conducta cambia radicalmente influenciadas por el celo.
Es en éstos días de celo cuando resulta más fácil recechar a muchas especies que además, muestran un plumaje perfecto y con colores bien saturados.
Pero como todo lo bueno en ésta vida, el celo es tan efímero como la estación primaveral y cuando encuentras un individuo que te "deja" fotografiarlo a placer, sabes que debes darte prisa porque quizás en el próximo lance el ave haya perdido su furor y ya no localices otro modelo hasta la temporada siguiente.
Me pongo enfermito cuando un domingo localizo algo interesante y me tengo que bajar a Madrid a trabajar toda la semana. Pongo una estampita y le pido a la Vírgen que al finde que viene siga encelado, jeje.
En ésta entrada os muestro un potpurrí de los últimos trabajos realizados por mis territorios mientras hago tiempo a que mis queridas rapaces críen tranquilas que dicho sea de paso, creo que va a ser un año bastante bueno.
